**La falta de cargadores de vehículos eléctricos en España: un obstáculo para la movilidad sostenible**

Los vehículos eléctricos son una de las soluciones para reducir las emisiones de gases contaminantes y el consumo de combustibles fósiles en el transporte. Sin embargo, su implantación en España se enfrenta a un problema: la escasez y la heterogeneidad de los puntos de recarga.

Según los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), en 2021 había 13.411 puntos de recarga públicos en España, lo que supone una media de 28 puntos por cada 100.000 habitantes². Esta cifra es muy inferior a la de otros países europeos como Países Bajos (70.000 puntos), Francia (46.000) o Alemania (45.000)³.

Además, la mayoría de los puntos de recarga existentes en España son de baja potencia (menos de 22 kW), lo que implica tiempos de carga muy largos (más de tres horas). Solo el 12% de los puntos son de carga rápida o ultrarrápida (más de 22 kW), que permiten recargar la batería en menos de una hora².

Esta situación dificulta el uso y la compra de vehículos eléctricos por parte de los usuarios, que se encuentran con problemas como la falta de disponibilidad, la incompatibilidad entre los diferentes sistemas y conectores, la variabilidad de los precios o la necesidad de usar distintas aplicaciones o tarjetas para acceder a los servicios⁴.

Para impulsar la movilidad eléctrica y cumplir con los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), el Gobierno se ha propuesto alcanzar los 100.000 puntos de recarga públicos en 2023⁵. Para ello, ha aprobado un real decreto que regula la actividad de prestación de servicios de recarga energética de vehículos eléctricos, definiendo los derechos y las obligaciones de los operadores y las empresas proveedoras⁶.

Entre otras medidas, el real decreto establece que los agentes prestadores del servicio deberán facilitar la información necesaria para publicar un mapa oficial de puntos de recarga eléctrica que incluya características técnicas y precios, entre otros datos. Asimismo, refuerza la obligatoriedad de la recarga puntual en estaciones de acceso público, sin que puedan establecerse barreras técnicas o contractuales.

Los vehículos eléctricos son una oportunidad para avanzar hacia una movilidad más limpia y eficiente. Sin embargo, para que su potencial se materialice, es necesario contar con una red de infraestructuras de recarga adecuada, accesible y homogénea, que garantice el servicio y la confianza de los usuarios.