**Los patinetes eléctricos: un medio de transporte urbano con riesgos y beneficios**

Los patinetes eléctricos se han convertido en una opción de movilidad cada vez más popular en las ciudades, gracias a sus ventajas como la rapidez, la comodidad, el ahorro y la sostenibilidad. Sin embargo, también conllevan una serie de riesgos y desafíos para la seguridad vial, tanto para sus usuarios como para el resto de actores de la circulación.

Según un informe de la DGT¹, los conductores de patinetes eléctricos no corren un riesgo significativamente mayor de sufrir lesiones graves o mortales en accidentes que los ciclistas. Sin embargo, los automóviles están involucrados en el 80% de los accidentes con víctimas mortales con patinetes eléctricos y bicicletas, lo que evidencia la vulnerabilidad de estos vehículos frente a los más pesados y rápidos.

Además, los patinetes eléctricos pueden provocar incendios porque funcionan con baterías de litio, que arden por tres motivos: al recibir un impacto, porque han sufrido una perforación o se han estropeado y al sobrecargarse por un exceso de energía⁵. Según datos del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya, se producen dos incendios al mes por esta causa en esta comunidad autónoma.

Otro factor que influye en la seguridad de los patinetes eléctricos es la falta de una normativa homogénea a nivel estatal, que regule aspectos como la edad mínima para conducirlos, la velocidad máxima permitida, las vías por las que pueden circular o el uso obligatorio del casco y otros elementos de protección. Cada ayuntamiento tiene su propia ordenanza municipal al respecto, lo que genera confusión y dificulta el control y la sanción de las infracciones⁴.

Para reducir los riesgos y mejorar la convivencia de los patinetes eléctricos con el resto de medios de transporte, se recomienda seguir una serie de medidas básicas, como las siguientes¹:

- Respetar las normas de circulación y las señales de tráfico.

- Circular por el carril bici o por la calzada, nunca por las aceras ni las zonas peatonales.

- No superar los 25 km/h ni circular en paralelo con otros vehículos.

- Usar casco y otros elementos reflectantes o luminosos, especialmente de noche o con poca visibilidad.

- Mantener una distancia de seguridad con los demás vehículos y peatones, y señalizar las maniobras con antelación.

- No usar el móvil ni auriculares mientras se conduce el patinete eléctrico.

- No conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.

- Aparcar el patinete eléctrico en lugares habilitados para ello, sin obstaculizar el paso ni causar molestias.

- Revisar el estado del patinete eléctrico antes y después de cada uso, especialmente las baterías, los frenos y las ruedas.

- Reciclar las baterías usadas o dañadas en puntos limpios o establecimientos autorizados.

Los patinetes eléctricos son una alternativa de movilidad que puede aportar beneficios tanto individuales como colectivos, como reducir la contaminación, el ruido y los atascos en las ciudades. Sin embargo, también requieren una mayor responsabilidad y concienciación por parte de sus usuarios y del resto de agentes implicados en la seguridad vial, así como una regulación adecuada que garantice su uso seguro y ordenado.